La playa de los muertos

Existe una tradición que se centra en la conocida como "playa de los muertos"En la localidad de Carboneras España, y que nos habla de las ánimas de marineros ahogados en sus aguas. Esas almas errantes estarán presentes en la zona bajo el nombre de "llampos", seres con aspecto de luminarias amarillas. Aunque muchos consideran esta historia como una leyenda, es bien cierto que se han producido algunos acontecimientos en los alrededores que hacen pensar que tal vez exista algo de realidad.

Por poner un ejemplo, en el mes de junio de 1990, un grupo de militares realiza una guardia en la cercana playa de Marinicas, junto a la central térmica. Concretamente el día 22, dos soldados de guardia vivieron una curiosa experiencia. A eso de las tres de la madrugada, con la playa de fondo, avistaron una enorme luz amarillenta sobre la orilla que al principio confundieron con la luna, hasta que se dieron cuenta de que ésta se encontraba apostada en otro lugar del firmamento.

Algos inquietos por la situación, decidieron hacer una ronda alrededor de la central para calmar nervios. Junto en el momento en que perdieron de vista tanto la playa como el objeto, un resplandor enorme lleno la zona. Espantados, corrieron hacia la playa, queriendo buscar una respuesta a lo que acababan de ver.

Lo que se encontraron los dejó aún más aterrados. La extraña "luna" había desaparecido, pero en la orilla se toparon con dos seres antropomorfos de casi tres metros de altura, totalmente estáticos y balancéandose  a modo de péndulo. Cuando los militares se dieron cuenta de que estaban suspendidos a dos palmos de la arena, salieron corriendo en busca de refuerzos.

Mientras corrían percibieron un nuevo resplandor. Al girar la vista, los misteriosos individuos habían desaparecido sin dejar rastro. Algunos escépticos intentaron explicar lo sucedido asegurando que la visión de los humanoides habían sido causada por la iluminación de un faro cercano sobre pescadores de la cala. Pero aquellos curtidos soldados, acostumbrados a experiencias extremas, manifestaron que lo vivido por ellos no se trataba de una simple ilusión óptica.