Posibilidades de viajes en el tiempo, hablan expertos

 Hasta donde sabemos, el viaje en el tiempo solo ha sido posible en libros de ciencia ficción y teorías de conspiración. Ambos géneros están llenos de historias y teorías sobre cómo viajar en el tiempo.

Y a pesar de que el viaje en el tiempo es un concepto familiar para la sociedad moderna, la verdad es que las historias de viajes en el tiempo se remontan a miles de años atrás a las civilizaciones antiguas desde Asia hasta las Américas.

A pesar del hecho de que hemos hecho un avance tecnológico increíble en las últimas décadas, aún no hemos podido explicar y demostrar cómo sería posible viajar en el tiempo.

Algunos científicos han argumentado que no lo es.

Sin embargo, podríamos ser capaces de viajar en el tiempo, después de todo, de acuerdo con un astrofísico que dice que es teóricamente posible, y no hay limitaciones.

Las reglas de la física teórica tienen ciertas condiciones que permitirían la creación de «agujeros de gusano» que eventualmente permitirían a los «humanos» viajar de regreso a diferentes áreas.

El astrofísico Ethan Siegel de Lewis & Clark Colege escribió en el blog de Forbes.
Como explicó el experto, viajar hacia atrás en el tiempo se basaría en el desconcertante equivalente a partículas de energía positiva / positiva o de masa cero encontradas en el cosmos, partículas negativas de masa / energía, que los expertos teorizaron pero nunca identificaron.
Tendríamos que construir un agujero de gusano de tal manera que uno de sus extremos permanezca casi completamente inmóvil, mientras que el otro extremo se mueve a una velocidad casi igual a la velocidad de la luz.

Si tuviéramos que crear un sistema así, teóricamente una persona podría viajar hacia atrás en el tiempo.

Entonces, ¿cómo viajaríamos atrás en el tiempo, si tuviéramos que construir un sistema tan complejo?

El Dr. Siegel lo explica en un escenario con un destino ubicado a 40 años luz de distancia.

Después de un año, el extremo del agujero de gusano, que se mueve rápidamente, habría durado 40 años, mientras que el otro extremo habría experimentado solo un año más