Hace algunos meses un grupo de investigadores de la Universidad de Texas (EE.UU), analizó las características de más de mil exoplanetas (planetas localizados fuera de nuestro sistema solar), en la Vía Láctea, lo cual le permitió formular un indice de <<complejidad biológica>> que varía entre 0 y 1. Los científicos tuvieron en cuenta la densidad, temperatura y antigüedad de los mismos, además de la distancia de sus respectivas estrellas, concluyendo que desde el punto de vista estadístico, como mínimo, cerca de 100 millones de planetas podrían albergar vida. Teniendo en cuenta que en nuestra galaxia hay entre 200 mil y 400 mil millones de estrellas, los cálculos de estos astrofísicos se nos antojan incluso excesivamente conservadoras.
Indudablemente el cosmos debe acoger a infinidad de civilizaciones extraterrestres, puesto que solo en el universo conocido (la pequeña región que captan los actuales telescopios) se han localizado unos 500,000 millones de galaxias como la nuestra. De hecho, cada mes se localiza un nuevo puñado de planetas extrasolares, algunos de ellos con las características adecuadas para que nazcan formas de vida. El es caso de Kateyn b, que órbita alrededor de una estrella situada a 13 años luz de la tierra y que tiene una edad de 13 mil millones de años o también el recientemente descubierto Ross 128 b, a 11 años luz de nuestra estrella; y se encuentran en lo que los astrofísicos llaman la zona de habitabilidad (también llamada coloquialmente "zona risitos de oro"
), ni demasiado lejos ni muy cerca de su estrella. Por lo tanto, a la distancia adecuada para mantener agua líquida, elemento esencial para el surgimiento de la vida como la conocemos.
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