Mente sobre la materia

Los pensamientos pueden influir sobre la materia, según demuestra una investigación difundida recientemente. De alguna forma que todavía no ha sido explicada, la acción de la mente sobre la materia es una realidad comprobable, y puede alterar la apariencia de algo. El experimento realizado por varios investigadores, entre los que se encuentra Masaru Emoto, conocido por sus investigaciones sobre la forma de los cristales de agua, consistió en que un millar de personas provenientes de Australia y Alemania se concentraran en enviar sus intenciones positivas hacia unas muestras de agua, que se encontraban a miles d kilómetros, en California, en el interior de una habitación blindada electromágneticamente. Junto a dichas muestras había otras hacia las que no se enviaron tales pensamientos, y un tercer grupo de muestras en otra estancia alejada. Se formaron copos de hielo a partir de esos tres grupos y se fotografiaron. 

Esas imágenes fueron valoradas estéticamente por más de 2.500 jueces independientes. Los resultados indican que las muestras que recibieron los pensamientos positivos fueron calificadas como más hermosas.

La física cuántica podría ser la clave para entender la autentica naturaleza de la conciencia,según ha propuesto un anestesiólogo estaunidense, Stuart Hameroff, profesor del centro de estudios sobre la Conciencia de la Universidad de Arizona. Éste habría observado en su trabajo que el cerebro de un paciente sometido a anestesia sigue funcionando de forma activa, pero sin que haya una mente consciente que lo gobierne. La razón de que esto ocurra, según propone éste médico, es que, en realidad, la conciencia sería un fenómeno cuántico

que se produce en el interior de las neuronas del cerebro. Los compuestos que producen la anestesia tendrían como uno de sus efectos disolver ciertas grasas en unas regiones microscópicas llamadas microtúbulos, lo que afectaría al comportamiento de los electrones de esa zona. A falta de comprobar esta nueva teoría, resulta sugerente pensar que la esencia de lo que somos radica e una comunicación subatómica de partículas.