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martes, 12 de diciembre de 2017

Método Grinberg para autorealización

La mayoría de nosotros nos expresamos de una determinada manera. Así, por ejemplo, hablamos de una forma concreta y nos mantenemos erguidos, sentados o dormimos en una posición fija. Éstos hábitos que nos caracterizan hacen que nos volvamos previsibles. De manera similar, experimentamos repetidamente ciertas sensaciones y sentimientos. Para algunos podría tratarse de una incapacidad de concentrarse, para otros el aburrimiento. Muchos de nosotros estamos sujetos a tensiones constantes e incluso estrés, mientras otros son propensos a la ansiedad y la depresión.

Adquirimos estos hábitos en el transcurso de nuestras vidas, y los reiteramos tantos que se convierten en una parte inseparable de nuestro cuerpo y nuestra personalidad. Los malos hábitos nos limitan las posibilidades de libertad y de movimientos, creando así condiciones crónicas que nos llevan a la incomodidad e incluso al dolor.

Por ejemplo, alguien intenta aparentar fortaleza y confianza en sí mismo, caminando siempre recto, puede acabar padeciendo tensión en los hombros y dolores de espalda unos años más tarde.

Estos síntomas son los que nos avisan de que necesitamos cambiar algo. El primer paso para lograr esto, según el método Grinberg, es identificar y experimentar cómo creamos una condición específica en el cuerpo, para así ser capaces de controlarla y, finalmente, erradicarla.

Este método enseña a identificar condiciones que impiden la autorrealización, aportando herramientas con las que pueden aliviarse dichos estados o carencias. La intención última es enseñar a la gente a usar su cuerpo para mitigar síntomas molestos y mejorar su calidad de vida.

Ello se consigue mediante sesiones personalizadas con técnicas de tacto, movimiento, respiración, concentración y relajación, que el practicante proporciona a su cliente -ésta es la relación que se establece- en completo silencio. Previamente a iniciar dichas sesiones, el terapeuta efectúa una lectura de pies de su paciente. A través de la misma, el primero obtendrá una valiosa información acerca del estado general de quien solicita su ayuda. Señales, lineas, pliegues, textura etc, son algunos de los parámetros en los que se fija el practicante para diagnosticar tanto la salud física como la emocional del paciente.

Entre otros beneficios que se obtiene están un incremento de la energía, vitalidad y concentración, mejoras en el sueño, la digestión, la estabilidad y la flexibilidad. También es útil para el tratamiento de dolores crónicos, estreñimiento, alergias, desequilibrios etc.


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