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martes, 20 de marzo de 2018

Antiguo texto dice como fueron exterminados los Nefilim


Hace más de 60 años las excavaciones en las cuevas de Qumrán revelaron casi mil antiguos rollos de papiro que ofrecen importantes destellos sobre el pasado de la humanidad.

Pero los arqueólogos quedaron confundidos al encontrar un texto inusual entre dichos rollos, un documento que ofrece pistas sobre la desaparición de los llamados Nefilim y al que se ha llamado el «Libro de los Gigantes».

La Biblia hace varias referencias a los Nefilim, sobre todo en el libro del Génesis, pero la mayor parte de la información relativa a estos gigantes procede del antiguo libro apócrifo de Enoc.

Este antiquísimo texto religioso judío es atribuido al bisabuelo de Noé, aunque algunos eruditos han datado algunas de sus partes en torno al año 300 a. C.

Enoc es un personaje desconcertante, por no decir más. El propio Génesis nos relata que vivió en la tierra 365 años, antes de ser tomado por Dios: «caminaba con Dios: y él no era más; Dios se lo llevó.»

 Asimismo, durante su tiempo, nuestro planeta también estuvo habitado por los «ángeles» que interactuaban libremente con los seres humanos y que, finalmente, provocaron un mestizaje al unirse con las «hijas de los hombres», dando origen así a una raza de híbridos demasiado fuertes y gigantescos, llamados los Nefilim.

El origen de la palabra Nefilim no se conoce con exactitud, pero los expertos han propuesto varias traducciones posibles: «los caídos», «apóstatas» o «los que inducen a otros a caer». Independientemente del origen de su nombre, los Nefilim siempre han sido sinónimo de gigantes.
Nefilim y viaje cósmico

El texto de los gigantes encontrado en las cuevas de Qumrán ofrece una perspectiva diferente de la del Libro de Enoc. Aunque incompletos, los fragmentos de pergamino pintan un panorama desolador: los Nefilim tomaron conciencia de que, como resultado de sus maneras violentas y antisociales, se enfrentaban a su destrucción inminente y pidieron a Enoc que mediase por ellos ante Dios.

Así, comienza por detallar cómo los Nefilim asolaban la tierra acabando con todo ser viviente sobre ella. Pero una vez que comenzaron a experimentar sueños proféticos, sus corazones se llenaron de temor. El primero que tuvo estos sueños fue Mahway, hijo del ángel Barakel. En su sueño, vio una especie de tablilla sumergida en el agua. Unas aguas que engullían todo menos a tres nombres, lo que vendría a simbolizar el diluvio y la consecuente destrucción de todos los hijos de Noé. Sin embargo, este hecho no resultaba obvio para los Nefilim, quienes debatían el significado del sueño de Mahway, fracasando en la interpretación de estos signos.

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