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lunes, 30 de octubre de 2017

Hallan maíz transgénico y glifosato en tortillas y alimentos industrializados



Científicos mexicanos hallan maíz transgénico y glifosato en alimentos industrializados (tortillas, tostadas, cereales y botanas) que se consumen en México, lo que puede tener consecuencias graves para la salud.

Científicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) analizaron 367 alimentos elaborados con maíz y encontraron presencia masiva de transgénicos en 90% de las tortillas analizadas. En una tercera parte de ellas detectaron glifosato. Estos datos son del informe “Presencia masiva de transgenes y del herbicida glifosato en alimentos derivados de maíz en México”.

“Estos datos son preocupantes ya que el maíz es nuestro alimento básico y muestran que hemos perdido la soberanía alimentaria. Además, el consumo masivo de maíz transgénico con glifosato puede tener consecuencias graves en salud”, advierten.

Es importante destacar que el en el estudio “en ninguna de las harinas de maíz artesanales, hechas con maíces nativos, se detectaron transgenes o glifosato; mientras que el 100% de las harinas de maíz industriales presentaron algún transgén y una parte de las positivas también presentaron glifosato”.

El estudio fue elaborado por la Doctora Elena Álvarez-­‐Buylla, el Doctor Emmanuel González y la Doctora Alma Piñeyro. Los científicos presentaron el informe junto con el Dr. Andrés Barreda, Presidente de la Unión de Científicos Comprometidos con la Sociedad (UCCS).

El estudio científico reporta la presencia de secuencias transgénicas y del herbicida glifosato en varios tipos de alimentos elaborados con maíz (harinas, tortillas, tostadas, cereales para desayuno y botanas) que se comercializan y consumen en México.

Es un problema la importación de maíz transgénico

En promedio, los mexicanos consumimos 0.5 kg de maíz diario casi sin procesar, y este alimento representa una proporción muy alta de la ingesta calórica y proteica de la población, señala el informe científico.

“Anualmente se importan aproximadamente 10 millones de toneladas de maíz, principalmente de Estados Unidos. Este maíz puede contener importantes proporciones de granos transgénicos con residuos del herbicida glifosato”, afirman los científicos.

Si bien datos oficiales sugieren que somos autosuficientes en la producción de maíz blanco para consumo humano, el estudio científico que reportamos encontró que, de un total de 367 muestras analizadas (alimentos diversos), el 82% (n=301) presentaron alguna secuencia transgénica. Y en 90.4% de las tortillas analizadas se detectaron transgenes.

Las tres líneas de maíz transgénico que aparecen con mayor frecuencia en las muestras analizadas son: NK603 (tolerancia a glifosato), 60.8%; TC1507 (tolerancia a glufosinato de amonio y resistente a insectos), 54.5%; y MON810 (resistencia a insectos), 34.9%.

Se detectaron transgenes de líneas de maíz, que confieren tolerancia al herbicida glifosato y proteínas recombinantes que dan resistencia a insectos (con toxinas de origen bacteriano).

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