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martes, 5 de diciembre de 2017

Simbología de la victoria


Según John Symonds, biógrafo de Aleister Crowley, fue éste y no Victor de Laveleye -uno de los miembros del gobierno belga en el exilio- quien inventó la <<V>> de la victoria que se forma con los dedos indice y medio de la mano, gesto que realizaba frecuentemente Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial, sobre todo tras sus discursos patrióticos. La confusión sobre su origen parte de que Laveleye, durante una retransmisión de la BBC dirigida a Bélgica, propuso que la letra V, la inicial de la victoria en todas las lenguas de Europa, sustituyera a las de la Real Fuerza Aérea Británica, La RAF, que aparecían pintadas con tiza en numerosas paredes de su país, realizada por los miembros de la resistencia.

Su propuesta fue aceptada al momento. Sin embargo, para Symonds, que el inventor de la letra <<V>> como símbolo de la victoria de los aliados fue Aleister Crowley se puede probar por varios detalles relevantes de su vida y hazañas. El primero de ellos serían las iniciales del nombre mágico que éste adoptaría al alcanzar el grado de Magister Templi: V.V.V.V.V. Además, se conserva una fotografía suya, publicada en el frontispicio de su obra Ocho Lecciones de Yoga, en 1919, donde aparece tocado con un turbante, y en la que puede apreciarse como la mano que sostiene su mandíbula forma, con sus dedos índice y medio, la misma <<V>> que Churchill haría popular. En relación a dicho símbolo, Crowley escribió diversas referencias, difíciles de comprender, a divinidades egipcias que parecían transponer a divinidades cristianas.

En 1940, al ser elegido para encabezar un gobierno de coalición, en uno de sus primeros actos oficiales, Winston Churchill fue a declarar un día nacional de la oración. El primer Ministro británico pidió un minuto de silencio diario, que se guardaba a las nueve de la noche en punto, antes de la emisión de las noticias nacionales de la BBC y se celebraría ininterrumpidamente durante el resto de la Guerra, a lo largo de cinco años. Al parecer en una ocasión, Hitler, conocedor de ello, llegó a afirmar que <<ésta es el arma secreta más potente de Churchill>>. No se sabe con certeza de quien partió la idea de que toda la nación meditara conjuntamente como una suerte de sortilegio contra el Eje. La corriente mayoritaria de opinión sostiene que quien convenció a Churchill fue el escritor Weslley Tudor Pole, mayor del Ejército inglés, místico y fundador de la organización esotérica Chalice Well Trust. Con el apoyo de Churchill, el domingo 10 de noviembre de 1940 la BBC comenzó a hacer sonar los carillones del célebre Big Ben en la radio como una señal para meditar. Durante la guerra, en toda Gran Bretaña, en la Commonwealth, en los campos de batalla, en los refugios antiaéreos y en los hospitales británicos, cada día a las nueve de la noche, todos paraban para guardar su riguroso minuto de silencio.  

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