Descifran código de una antigua sociedad secreta

Expertos estadounidenses en criptografía han conseguido desvelar el mensaje oculto dejado por una misteriosa sociedad secreta del siglo XVIII.

Se hacían llamar Los Ocultistas -por la fascinación de sus miembros hacía esta práctica médica-, desarrollaron su actividad en la Alemania del siglo XVIII. Hasta ahora, era poco lo que se sabía de esta singular sociedad secreta, pues buena parte de sus doctrina estaban codificadas criptográficamente a lo largo de 105 páginas manuscritas cubiertas de letras griegas y romanas y extraños símbolos aparentemente sin sentido.

Sin embargo, el Copiale Cipher (Código Copiale), -así se conoce al documento-, ha sido finalmente descifrado por un grupo de expertos en criptografía, liderados por el científico Kevin Knight, del Instituto de Ciencias de la Información de la Universidad del Sur de California. Con la ayuda de Beáta Megyesi y Christiane Schaefer, de la Universidad de Uppsala (Suecia), Knight y sus colegas analizaron al detalle el manuscrito, descubierto tras el fin de la Guerra Fría en la Academia de Berlín Oriental. En un principio centraron sus esfuerzos en los caracteres latinos y griegos del texto, creyendo que allí se encontraba la clave, pero el resultado un rotundo fracaso.

Después de probar con más de ochenta idiomas, los expertos llegaron  a la conclusión de que aquellos caracteres, los únicos identificables a primera vista, eran meras distracciones para desviar la atención de los curiosos, así que se centraron en los símbolos más misteriosos. Fue así como descubrieron que dichos símbolos equivalían a distintas letras que daba forma a un texto en alemán. ¿El resultado? Los más de 75.000 caracteres detallaban los rituales y las aspiraciones líticas de aquel excéntrico grupo.

Tras el éxito con el Copiale, Knight y sus colegas planean enfrentarse ahora a otros códigos codificados que siguen desafiando a los especialistas, como los mensajes cifrados que dejó el célebre Asesino del Zodiaco, el mensaje en clave existente en el cuartel general de la CIA o el intrigante manuscrito Voynich.