Evidentemente estos mapas muestran la localización del mundo subterráneo de Agartha, siempre según la creencia nazi , y nunca desde el punto de vista de la geología.
Hay que decir que la idea de que los nazis buscaban algo en la Antártida apartir del año 1938, cuando se funda la Sociedad Alemana de Investigaciones Polares, bajo la cual se pusieron en marcha varias expediciones comandadas por el capitán de la Kriegsmarine Alfred Ritchter, que aparentemente solo perseguirán objetivos científicos. Y así pareció ser en un principio, ya que lograron cartografiar más de 550.000 km2 de territorio de las regiones más inhóspitas del continente austral.
Sin embargo, pronto hubo quien pasó que lo realmente hizo el capitán alemán fue fijar la cimentación para la construcción de una base estable, bien equipada con armas de última generación y avituallamiento suficiente como para que los mandos del III Reich pudiesen sobrevivir durante décadas aislados e invisibles al mundo, quien sabe si aprovechando unas oquedades que daban acceso a esa tierra hueca.
Pues bien, últimamente han surgido diferentes documentos que confirmarían, para los nazis, la existencia de Agartha, ese mundo subterráneo al que se accedería a través tanto del Polo Norte como del Polo Sur.
Concretamente hay una serie de mapas en los que se podrían ver varias galerías y túneles bajo tierra que permitirían a los submarinos llegar hasta el interior de la Tierra, así como otra cartografía en la que se mostrarían ambos hemisferios, y junto a éstos, el enigmático reino de Agartha, que, dicho sea de paso, ocuparía una gran superficie bajo la corteza, siempre atendiendo a lo que muestran estos mapas.
Lo interesante es que dichos túneles confluirían todos ellos en el lugar en el que estaría la entrada al reino perdido. Incluso, entre esos documentos aparecen una serie de instrucciones que indican como llegar al misterioso reino.
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