Beverly Glimour rompe con todas las estadísticas y los pronósticos más optimistas; se sabe un caso único y por eso pide que se la investigue. Y no es para menos, ya que esta experto en diseño gráfico de 49 años es hoy por hoy la víctima de un extraño síndrome que le lleva a vivir de forma crónica experiencias cercanas a la muerte (ECM). Lo que a otras personas les ocurre como mucho una vez en la vida, a ella le sucede casi cada semana.
Su particular calvario arrancó en 1987, y después de haber protagonizado cerca de un millar de ECM (tres por mes), su vida ha terminado por verse limitada, convirtiéndose en una persona con discapacidad y dependencia reconocidas. Según Glimour, que vive con sus dos hijos en Lytham Saint Annes (Reino Unido), sus experiencias suelen ser interesantes y reconfortantes, pero no ocurre lo mismo con el "después", que por lo general es traumático y prolongado, hasta el punto de convalecer en cama con dolores, debilidad y malestar general, en ocasiones, hasta cinco días.
En su mayor parte, las vivencias de Beverly son experiencias fuera del cuerpo. Asegura que sale de él de forma espontánea, flota sobre sí mismo y se contempla desde diferentes perspectivas. En ese estado extra corporal puede pasar horas, según afirma, pero cuando regresa lo hace con dolor, rigidez en sus miembros y una sensación de hipertermia muy acusada en su cabeza.
A pesar de esta aparente facilidad para vivir ECM, nunca ha sido objeto de una investigación. Y es que tampoco sería el "objetivo perfecto", ya que toma diversos tipos de medicación para paliar sus problemas físicos, incluyendo pastillas para dormir y reguladores cardíacos. Obviamente, tras pasar tanto tiempo "fuera del cuerpo" ha perdido el miedo a la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario