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domingo, 27 de agosto de 2017

Control mental planetario de las élites

Los teóricos de la conspiración aseguran que la pronta desaparición del dinero físico devendrá en la imposición de un único documento electrónico que servirá como tarjeta de crédito, cédula de identidad, cartilla de la seguridad social, etc. El objetivo de los dueños del mundo sería que pasados los años nos implantemos un chip en el cuerpo que haga las funciones de dicha <<tarjeta multiusos>>, de modo que estaremos completamente controlados por las élites en una especie de dictadura mundial encubierta. La doctora Rauni-Lena Luukanen-kilde, que investigó durante años los desarrollos militares en el campo de los microchips escribio lo siguiente:<< Es posible seguir a todas partes a los humanos que disponen de microchips>>. Grandes ordenadores pueden controlar sus funciones cerebrales e incluso modificarlas alterando las frecuencias(...). Los microchips actuales funcionan por medio de ondas de radio de baja frecuencia. Con ayuda de satélites, es posible seguir la pista de personas con chips en cualquier lugar del mundo. Esta técnica fue una de las muchas que se probaron durante la última guerra de Irak. Cuando un microchip de 5 micromilimetros  se inserta en el nervio óptico del ojo, extrae los impulsos nerviosos del cerebro que incorporar las experiencias, los olores, todo lo observado y los sonidos que percibe la persona. En cuanto se transfieren y almacenan en un ordenador, estos impulsos nerviosos pueden volver a proyectarse a la persona(...) Un operador informático puede enviar mensajes electromagnéticos (codificados en señales) a sistema nervioso e influir en la conducta de la persona.

Todo comenzó hace un siglo
Las últimas revelaciones de Snowden no son tan novedosas como parecen,. Conciernen al último desarrollo de una larga serie de operaciones conocidas como COM-INT y SIG-INT, que pretenden obtener informaciones secretas (o de inteligencia) mediante la vigilancia de las comunicaciones. Se trata de una tarea iniciada en 1919, cuando los británicos intentaron controlar todos los telegramas que se dirigían a otros países. Al encontrarse con la resistencia de algunas compañías telegráficas, el gobierno se aseguró entonces el libre acceso a todas las comunicaciones gracias a la aprobación de leyes de Secretos Oficiales, ampliando sus prerrogativas mediante Ley de interpretación de las comunicaciones en 1984, exactamente el año profetizado por Orwell para su Gran Hermano. Tras la II Guerra Mundial, el Reino Unido y los tres grandes países se la Commonwalth (Canadá

, Australia y Nueva Zelanda) -en estrecha colaboración con EE.UU- han desarrollado un vasto programa SIGINT que, con la excusa inicial de frenar el avance comunista, violó de forma creciente la privacidad en las comunicaciones de los ciudadanos europeos. En las últimas décadas, otros países han desarrollado programas de vigilancia similares, como el Sistema de Información inteligente sosteniendo la observación, investigación y detección para la seguridad de los ciudadanos en medio urbano (INDECT) de la Unión Europea, el SORM de la Federación Rusa, el Proyecto Escudo Dorado de China o el sistema de Monitorización Centralizado de la India.

Snowden trabajó para un vasto programa de intrusión en las comunicaciones  mundiales bautizado como PRISMA, simbolizado por un prisma de múltiples caras que refleja la luz y mira en todas direcciones. Muchos consideran a este como una prolongación de la famosa Red Echelon, como su conoce al sistema mundial de interceptación de todo tipo de comunicaciones privadas y públicas, que fue desarrollado por servicios de inteligencia de los miembros de la Alianza UKUSA (EE.UU, Reino Unido, Canadá, Australia, y Nueva Zelanda). Desde los años setenta, dicha Red esta formada por potentes satélites artificiales y bases de escucha distribuidas por esos países y por sus bases en todo el mundo, como la de Gibraltar o Rota, que les permiten interceptar diariamente más de tres mil millones de comunicaciones, analizadas por programas informáticos en base a amplia serie de <<palabras clave>>. Cuando en 1998 se hizo pública su existencia, el Parlamento Europeo inició una profunda investigación, que concluyó dos meses antes de que los fatales atentados del 11 de septiembre vinieran a fortalecer el empeño de mantenernos a todos controlados, algo de lo que se encarga varias agencias norteamericanas con sus respectivos proyectos secretos de vigilancia. Dos de los ya mencionados tenían nombres y escudos muy simbólicos, Matrix era el acrónimo inglés del programa de Intercambio de Información Anti-Terrorista Multiestatal. El de la Information Awareness Office (IAO) se corresponde con uno de los <<nombres secretos de Dios>> en la tradición esotérica, Pero, además, el escudo de la oficina de DARPA, que comenzó a desarrollar el programa Conciencia de Información Total (TIA), nos muestra como vigila el planeta <<el ojo que todo lo ve>> que culmina la pirámide truncada, el polémico símbolo que aparece el los billetes de un dolar y que, aunque proceda del gran sello de Estados Unidos, es visto por los conspiranoicos como el gran símbolo de los Iluminati y de un Nuevo Orden Mundial.
Ciertos investigadores están convencidos de que el proyecto HAARP, con sede en Alaska y que se encuentra bajo el control del Departamento de Defensa de EE.UU, no tiene como objetivo únicamente la investigación de la ionosfera para mejorar los sistemas de comunicación, como aseguran sus portavoces, sino manipular las condiciones meteorológicas del planeta crear un <<campo electromagnético>> con patrones emocionales predeterminado que envuelva a la tierra, convirtiendo a grandes masas de población en individuos dóciles y poco reflexivos. Según diversos investigadores críticos con el HAARP, como Nick Begich y Jeane Manning, el proyecto que nos ocupa <<constituye el ensayo de una tecnología todopoderosa de ondas de radio que emite un haz de luz a áreas de la ionosfera y las calienta. Entonces, las ondas electromagnéticas vuelven a rebotar en la tierra y penetran en todo, tanto en la materia viva como en la inerte.

Neuromarketing y sociedad de consumo
Podríamos definir el neuromarketing como la aplicación de técnicas pertenecientes a las neurociencias al ámbito de la mercadotecnia. Hace años que las grandes corporaciones transnacionales realizan prospecciones de mercados empleando dicho método, que implica el uso de mediciones biométricas (actividad cerebral, ritmo cardíaco, respuesta galvánica de la piel etc) de los sujetos estudiados, para planificar futuras campañas publicitarias que <<impongan>> el consumo de productos a escala masiva. Para ello se utiliza la técnica de Imágenes por Resonancia Magnética Funcional (FMRI, por sus siglas en ingles). Según el periodista y analista de comunicación estratégica Manuel Freytas, <<valiéndose de estas imágenes, que cada día ganan en resolución y precisión, los científicos pudieron establecer principios de acción-reacción que experimenta el público frente a un hecho comunicacional>> Freytas continúa explicando: <<En primer lugar, las investigaciones revelaron que la decisión de comprar o no un determinado producto no es racional, sino que deriva de fuerzas inconscientes.(..) Esta técnicas exploratorias indagan en las reacciones emocionales, en los miedos y en los deseos que los individuos tienen registrados en sus contenidos mentales, dentro de un sistema social (capitalismo) que hace del consumo de productos la principal vía de aceptación y realización social>>. Ahora bien, como apunta el especialista, dichas técnicas quizá se estén aplicando en otras áreas para imponernos candidatos electorales, proyectos políticos, reglas de conducta o ideologías.

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