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viernes, 13 de octubre de 2017

Aceite de coco contra el Alzhéimer

<<En cierto sentido, podemos ver el aceite de coco como el botiquín médico de la naturaleza. Los productos derivados de el (pulpa, aceite, leche y agua) pueden emplearse para nutrir el cuerpo, sanar las heridas y superar la enfermedad>>, escribe el Dr. Bruce Fife, médico nutricionista y naturópata, en El coco cura (sirio, 2015), libro donde desgrana el amplio arsenal terapéutico de esta maravillosa fruta, obtenida de la palmera más cultivada a nivel mundial. No obstante, los beneficios del coco ha sido utilizado para curar problemas tan diversos como los abscesos, el asma, la alopecia, la bronquitis, las quemaduras, el estreñimiento. la tos entre otras. Pero ¿por qué cura el coco? La clave está en su aceite.

La mayoría de las grasas presentes en nuestra dieta, ya sean saturadas o insaturadas, están formadas por ácidos grasos de cadena larga (AGCL). Sin embargo, el aceite de coco está compuesto principalmente de ácidos grasos de cadena media (AGCM), lo que precisamente confiere a este aceite sus extraordinarias propiedades nutricionales y terapéuticas. Los tres ácidos grasos más importantes del aceite de coco son el laurico (C12), el cáprico (C10) y el caprilico (C8), los cuales, unidos a los monoglicericos que contienen, proporcionan un asombroso efecto germicida. <<El proceso es tan eficaz que puede acabar incluso con los supergémenes que se han vuelto resistentes a los antibióticos>>, subraya el doctor Fife. A propósito de antibióticos, el aceite de coco puede proporcionarnos un enfoque más racional en el tratamiento de patologías habitualmente combatidas con estos fármacos. Buen ejemplo de ellos son enfermedades como el síndrome del intestino irritable (SII), la enfermedad de crohn y la colitis ulcerosa, cuya incidencia asociada a los malos hábitos  dietéticos, ha aumentado de forma muy alarmante durante las últimas décadas, <<Para tratar estos trastornos intestinales -continúa el Dr. Fife- suelen utilizarse antibióticos. Los pacientes experimentan alivio de sus síntomas, pero ese alivio, en general es breve,. Un enfoque más apropiado sería mejorar la salud intestinal. Volver a equilibrarla. Esto puede hacerse reduciendo los dulces y las harinas refinadas, evitando fármacos que destruyen las bacterias beneficiosas, comiendo alimentos ricos en fibra (verdura, cereales etc) que eliminan las bacterias y cultivos causantes de la enfermedad pero no las bacterias benignas>>.

Por otra parte estudios muy recientes, han puesto de manifiesto que el aceite de coco podría combatir una de las enfermedades más temidas y difícilmente abordables: el alzhéimer.


A comienzos de 2014, investigadores de la división de Ciencias Biológicas de la Memorial University of Newfoundland, en Canadá, publicaron un estudio sobre los efectos de los suplementos con aceite de coco a la hora de combatir el deterioro neuronal. Realizada en laboratorio, la investigación se centro en la capacidad del aceite de coco para inhibir el daño ocasionado por el péptido Beta-amiloide, componente principal de ciertos depósitos encontrados en los cerebros de pacientes aquejados de demencia senil. Pues bien, el resultado de este estudio mostró que dichos suplementos  actúan como barrera frente a éste péptido, observándose una mejoría significativa en los pacientes después de entre 45 y 90 días de tratamiento. Aunque varías compañías farmacéuticas se interesaron por dichos resultados y comenzaron a implementar la incorporación de aceite de coco a sus medicamentos, fueron los familiares de enfermos de alzhéimer los que adoptaron la primera y más sensata medida; acudir al herbolario y adquirir aceite de coco natural.

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