Este año marca el 70 aniversario del Doomsday Clock, un gráfico que apareció en la primera portada del Boletín de los científicos atómicos mientras hacía la transición de un boletín informativo de seis páginas en blanco y negro a una revista completa. Para su primera portada, los editores buscaron una imagen que representara una seriedad de propósito y un llamado urgente a la acción. El Reloj, y la cuenta regresiva hasta la medianoche que implicaba, encajan a la perfección. El Doomsday Clock, como se lo llamó, ha servido como un árbitro mundialmente reconocido de la salud y seguridad del planeta desde entonces. Cada año, la configuración del Reloj del Juicio Final galvaniza un debate global sobre si el planeta es más seguro o más peligroso hoy de lo que fue el año pasado, y en momentos clave de la historia reciente. Nuestros fundadores no se sorprenderían al saber que las amenazas al planeta que la Junta de Ciencia y Seguridad ahora considera se han expandido desde 1947.
El primer editor, Eugene Rabinowitch, señaló que uno de los propósitos del Boletín
era responder y ofrecer soluciones a la "caja de Pandora de la ciencia moderna", reconociendo la velocidad a la que se estaba produciendo el avance tecnológico y las preguntas exigentes que presentaría. En 1947, había una tecnología con el potencial de destruir el planeta, y fue la energía nuclear. Hoy, el aumento de las temperaturas, como resultado de la quema a escala industrial de combustibles fósiles, cambiará la vida en la Tierra tal como la conocemos, potencialmente destruyéndola o desplazándola de partes importantes del mundo, a menos que se tomen medidas hoy y en el futuro inmediato. La innovación tecnológica futura en biología, inteligencia artificial y el reino cibernético pueden plantear desafíos globales similares. Los problemas nudosos que pueden presentar las innovaciones en estos campos aún no se han realizado completamente.
La Junta de Ciencia y Seguridad de los científicos atiende con ojo vigilante. Las deliberaciones del Reloj de este año se sintieron más urgentes de lo habitual. Sobre los grandes temas que preocupan a la junta, los líderes mundiales hicieron muy poco progreso en la cara de la turbulencia continua. Además de las amenazas existenciales planteadas por las armas nucleares y el cambio climático, surgieron nuevas realidades globales, ya que las fuentes confiables de información fueron atacadas, las noticias falsas iban en aumento y las palabras se usaban de manera arrogante y, a menudo, imprudente. Como para demostrar que las palabras importan y las noticias falsas son peligrosas, el ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán emitió una declaración violenta, un tweet en realidad, que refleja el músculo nuclear de Pakistán, en respuesta a una inventada historia de "noticias" sobre Israel. El complejo entorno global actual necesita respuestas políticas deliberadas y consideradas. Es cada vez más importante que los líderes superiores de todo el mundo calmen en lugar de avivar las tensiones que podrían conducir a la guerra, ya sea por accidente o error de cálculo. Una vez más felicito a la junta por abordar su tarea con la seriedad que merece.
El editor en jefe John Mecklin hizo un trabajo extraordinario al reunir este documento y reflejar los puntos de vista y las opiniones en profundidad de la junta. Agradecemos a nuestros seguidores, incluidos la Corporación Carnegie de Nueva York, la Fundación MacArthur, el Fondo Ploughshares, David Weinberg y Jerry Newton, así como a valiosos simpatizantes durante todo el año. Espero que el debate generado por la configuración del Reloj en 2017 eleve el nivel de conversación, promueve llamados a la acción y ayuda a los ciudadanos de todo el mundo a responsabilizar a sus líderes por entregar un planeta más seguro y saludable.
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