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lunes, 17 de julio de 2017

Las temperaturas descenderán bruscamente hacia el 2030

Dado el récord de temperaturas elevadas experimentado los últimos años, puede parecernos algo inconcebible. Pero numerosos expertos coinciden en que dicha anomalía no es sino el prologómeno  de una inversión drásticas de las mismas, como ocurrió en anteriores ocasiones.
En menos de dos décadas, la tierra sufrirá un descenso brusco de las temperaturas, debido fundamentalmente al previsible descenso de la actividad solar, que tiene un carácter cíclico. Algo que nos sumergiría en una<< Pequeña Edad de Hielo>>, parecida a la que congelo grandes ríos europeos al tiempo que se daba una elevada actividad volcánica que con sus cenizas oscureció el cielo de todo el planeta, una brusca disminución de producción agrícola, una extensión de los glaciares, invasiones bárbaras o plagas como la Peste Negra, coincidiendo con sucesivas disminuciones de las manchas solares, que se redujeron a una milésima parte de lo habitual entre 1645 y
1715. Aunque dicha mini-glaciación, cuyos efectos se extendieron hasta 1850, ya había comenzado en el siglo XIV, sin que tengamos certeza absoluta de dicha correlación, puesto que la actividad del sol solo comenzó a ser estudiada en Occidente por los contemporáneos de Galileo, pero los niveles de carbono-14 y berilio-10 detectados en árboles milenarios así parecen confirmarlo. Como ha explicado el profesor Fagan, dicho periodo coincidió con la caza de brujas, a las que se atribuyó el conjunto de todos esos males...Esta es la conclusión de alarmante informe presentado en un reciente encuentro astronómico celebrado en Gales, por un equipo internacional de investigadores, dirigidos por la profesora Valentina Zharkova. Y ello se debería, como entonces a la prevista variación cíclica del campo magnético del sol, que tendra como consecuencias una brusca disminución de las tormentas solares, la radiación electromagnética y los flujos de plasma emitidos por el astro rey, cuyos efectos sobre el clima terrestre están bien comprobados.
Pero dicho estudio no hace sino confirmar, con argumentos contundentes, los anuncios realizados durante el último medio siglo por numerosos especialistas. El penúltimo es el ingeniero Peter Harris, quien hace varios meses advirtió que existe <<un 95% de probabilidades de que se produzca una nueva Edad de Hielo>>. Lo hacía basándose en tres tipos de señales inconfundibles: 1-la progresiva disminución de actividad solar, cuyas variaciones a corto plazo de 0,1% afectan al clima terrestre de forma mucho más notable que el conjunto se todos los otros factores energéticos que influyen sobre el mismo, como explica el fisico Greg Kopp; 2-la intensificación en el derretimiento del hielo polar; 3-la desaceleración de la corriente del Golfo que caldea las costas de Europa, al traer hasta ellas en su corriente ascendente las aguas templadas superficiales del Golfo de México. Pero cuando ésta se acerca al Ártico se va enfriando por los que estas aguas saladas aumentan su densidad y no se hunden. Ello esta provocando una drástica disminución de la fuerza de esta corriente, provocada por el desplazamiento de las aguas superficiales del Caribe para cubrir el vacío dejado por las aguas congeladas, un proceso que se ha reducido en un 30% durante los ultimos 15 años.

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