La fortuna secreta de Hitler

El líder nazi no solo ganó mucho dinero gracias a su best-seller Mein Kampf, sino que también recaudó royalties por el uso de su imagen en sellos de correo e incluso por ofrecer discursos público. Una vez finalizada la II Guerra Mundial, cuando los aliados auditaron las cuentas privadas de Adolf Hitler, comprobaron que su patrimonio apenas superaba los 800.000 dolares al cambio actual, una cantidad ridícula dado el control absoluto que éste ejerció sobre los recursos económicos del Reich. Sin embargo, los expertos del bando aliado no les pillo por sorpresa la modesta herencia de Hitler, pues su patrimonio parecía corresponderse con su ideario personal. <<Aunque poco, todo lo que poseo pertenece al partido>>, escribió poco antes de morir. Antes, Hitler había declarado su <<poco aprecio por el dinero>> y su adscripción a la <<clase media>>.

 No obstante, todo indica que los contables de las fuerzas aliadas estuvieron bastante desafortunados. Recientemente se reveló uno de los aspectos menos conocidos de la personalidad del líder nazi: su codicia. Según recoge el diario Británico The Daily Mail, Hitler amasó una fortuna superior a los 6.000 millones de dolares, cantidad mucho más acorde con lo que esperaríamos de cualquier sátrapa. A parecer, lejos de no interesarle, el líder nazi adoraba el dinero, al punto que atesoró una ingente cantidad de bienes inmuebles, obras de arte y efectivo; valores que depositó en varias cuentas en Suiza y los Países Bajos. Curiosamente, cuando Hitler llegó al poder en 1933, debía al fisco alemán el equivalente a 3 millones de dolares actuales. Aunque rápidamente solucionó el problema, decretando su propia exención fiscal. <<Hitler amaba el dinero, pero no se preparó para tener tanto>>, bromeaba el historiador  Chris Whetton. 

De cualquier forma tal ves jamás se sepa a ciencia cierta la verdadera escala de las riquezas obtenidas por Hitler mientras estuvo en el poder, porque aún en la actualidad se siguen encontrando tesoros nazis, a veces en los lugares del mundo más insospechados que fueron ocultados poco antes de finalizar la Segunda Guerra Mundial estos lugares -sobre todo en Sudamérica- siguen ocultos esperando a que los caza tesoros puedan encontrarlos; tesoros no solo en dinero y o metales preciosos, sino también en obras de arte que siguen siguen perdidas en la actualidad.