Parece que el caso Roswell se niega a desaparecer en el olvido. Este controvertido incidente -el presunto estrellamiento a primeros de julio de 1947 de una nave de origen desconocido en un rancho de dicha región desértica ubicado en nuevo México EEUU-, surgen nuevas declaraciones que ofrecen pistas a favor de la posibilidad de que aquel OVNI recuperado por los militares, asunto clasificado como Top Secret por los servicios de inteligencia de la armada estadounidense, fuera realmente de origen extraterrestre, descartándose así las explicaciones convencionales que se han venido barajando en los últimos años.
Quien esta vez ha levantado la liebre es el ex agente de la CIA llamado Chase Brandon. " Era una nave que provenía de otro planeta", ha afirmado con rotundidad ante los medios de comunicación. Se basa para ello en unos informes secretos, archivados en la sede de Langley (Virginia). Brandon habla de la existencia de una caja, guardada en un área de seguridad conocida como The Vault (la bóveda), en cuyo interior se hallan documentos y fotografías que probarían que el caso Roswell fue auténtico y no lobo meteorológico, como manifestaron a la prensa las autoridades militares, con el Coronel Willian Blanchard a la cabeza, 24 horas después de ocurrir el suceso.
Brandon se quedó sorprendido al observar las fotografías en la caja. Sus dudas al respecto a que el caso Roswell fuese un montaje o se tratara de pruebas con globos meteorológicos quedaron disipadas de inmediato.
Este ex agente, que trabajó durante 35 años para la CIA, ahora estoy convencido de que hemos sido visitados por inteligencias extraterrestres y que la CIA oculta información por razones de seguridad. Posiblemente por ese motivo ha decidido no revelar el contenido de ese material, que tuvo ocasión de examinar.
Estas declaraciones vienen a sumarse al memorandum de fecha de 22 de marzo de 1950 desclasificado por el FBI. Se trata de un documento elaborado por Guy Hottel, agente especial a cargo de las oficinas de campo del FBI en Washington en aquella época, y dirigido al director del FBI, en el que entre otras cosas se revela sorpresivamente que no fue uno, sino tres objetos recuperados en Roswell. Se trataba además de naves en forma circular de 15 m de diámetro. "Cada una estaba ocupada por tres cuerpos humanoides de apenas tres pies de alto", señala Hottel, aclarando así mismo que los cuerpos iban enfundados en trajes metálicos de textura fina. Las naves fueron localizadas debido a que el gobierno tiene radares de muy alta potencia puesto en marcha en esa zona y se cree que interfirió con el mecanismo de control de los platillos, agregó. Todos estos datos le fueron suministrados por un informante de la fuerza aérea cuya identidad aparece censurada en el memorandum.
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