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lunes, 5 de febrero de 2018

Vida más allá de la tierra






El astrónomo Giordano Bruno imaginó el Cosmos poblado de innumerables planetas con vida inteligente. Cyrano de Bergerac -el escritor, no el personaje teatral- viajo a otros mundos y visitó a otros mundos y visitó civilizaciones alienígenas a través de sus obras. El novelista H.G. Wells escribió sobre marcianos de inteligencias inmensas, pero frías calculadoras, observando la Tierra con envidia hasta lanzarse sobre ella en una invasión planetaria...En fin, el ser humano lleva esperando encontrar vida extraterrestres desde que se dio cuenta de que ni estamos en el centro del Universo ni somos tan especiales como creíamos. 

Se ha buscado mediante las antenas de los radiotelescopios, esas enormes orejas tecnológicas que apuntan al cielo en espera.

La Agencia Espacial Europea ha dado un salto de gigante en la exploración espacial. Siempre se ha hablado que son los norteamericanos y rusos quienes se repartan la conquista del espacio. Sin embargo, Europa ha demostrado con la sonda Rosetta que el impulso necesario para seguir esa carrera, un mortecina desde hace algunas décadas, podía venir de otro lugar. Algo que también están empezando a demostrar chinos e indios.

Al margen de la extraordinaria complejidad tecnológica de la sonda Rosetta y su módulo de aterrizaje Philae, capaz de posarse en un cometa -el 67p/Churlumov-Guerasimenko-, lo que nos ocupa es uno de los objetos primordiales de la misión: buscar vida, o los ladrillos de la vida, en la superficie de ese cuerpo sideral. Y también comprobar si el agua de la Tierra llegó de esos fragmentos huidizos de los primeros momentos del sistema solar.

Respecto a esto último, parece haberse confirmado que no, que el agua que cubre casi tres cuartas partes de nuestro planeta no procede en los cometas, numerosísimos hace miles de millones de años. Y en cuanto a la vida...Philae ha hallado moléculas orgánicas, que no hay datos suficientes para que pudieran haber sido el germen de la vida en la Tierra. La teoría de la pasnpermia de premio Nobel Svante Arrehenius tendrá que esperar...Aunque quizá no demasiado.

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