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sábado, 15 de julio de 2017

Claves de la conspiración Iluminati en el siglo XXI

Los medios de comunicación de masas nos transmiten que las crisis económicas son causadas por circunstancias incontrolables, al igual que las guerras y los avateres de la política internacional, pero cada vez son mas las personas que dudan de dichas explicaciones y sospechan que intereses ocultos se encuentran detrás de estos hechos.
Carroll Quigley, profesor de las universidades de Harvard, Georgetown y Princenton, además de tutor de importantes políticos estaunidenses como el ex presidente Bill Clinton escribio: <<La red de conspiradores que mueve los hilos del mundo esta formada por banqueros y capitalistas internacionales, es decir, el alto mundo de las finanzas. Reúnen a su alrrededor un ejercito de científicos, tecnócratas, politicos y agentes marionetas para hacer desde las sombras su alta política>>. También James Paul Warburg, miembro de uno de los clanes bancarios más poderosos del planeta, se refirió a los planes de los amos del mundo; <<Nos guste o no, tendremos un gobierno mundial único. La cuestión es si se lograra mediante consentimiento o por conquista>>.Otro de los grandes conspiradores, Zbignew Brzezinski, aludió a principios de los 80 al futuro que estos poderosos personajes habían diseñado: <<La sociedad será dominada por una élite de personajes libres de valores tradicionales que no dudarán en realizar sus objetivos mediante técnicas depuradas, con las que influirán en el comportamiento del pueblo y controlaran y vigilaran con todo detalle a la sociedad>>.
Brzezinski no es un cualquiera, sino probablemente el personaje más influyente de la historia en la segunda mitad del siglo XX. Se trata de uno de esos conspiradores que se mueven tras bambalinas manejando la política de Occidente y esta considerado como el gran estratega de las élites. Ha sido consejero de numerosos presidentes de EEUU, pero en realidad trabaja para las familias bancarias que controlan desde hace casi dos siglos la economía mundial.
Uno de estos banqueros fue el desaparecido David Rokefeller que lo contrató para que se encargase de crear la comisión trilateral.
La Comisión Trilateral esta vinculada con el Club Bilderberg -con los mismos objetivos que la primera, pero integrada por importantes personajes de todo el mundo- y al consejo de relaciones exteriores. ¿Pero cual es el origen de esta vasta conspiración que llega hasta nuestros días? Hay que retroceder hasta la noche del 30 de abril de 1776, cuando un grupo de hombres se reunieron en un bosque de Baviera, al sur de Alemania, para rendir culto a Lucifer, el Angel de la luz y la sabiduría, representado por la luz de decenas de antorchas. Dirigidos por Adan Weishaupt, un joven sacerdote católico y catedrático de derecho en la Universidad de Inglostadt. En la fecha elegida de fundación también se conmemora la noche de Walpurgis, celebración pagana que conmemora los antiguos pueblos germanos en honor a los dioses de la fertilidad.
Los objetivos Weishaupt pretendían establecer un nuevo régimen mundial dirigido por científicos y comerciantes. Para ello debían conocer el funcionamiento real del mundo de la política, algo que aprendían tras jurar uno de los grados medios. Durante años los iluminatis consiguieron infiltrarse no solo en la corte y en las iglesias, sino también en las logias masónicas.

 ¿Desapareció la Orden iluminati a finales del siglo XVIII a causa de la acción de las autoridades Bavaras o bien sus miembros continuaron expandiendo todos sus objetivos  iluministas a través de otras organizaciones? A pesar de que Weishaupt y otros <<soldados>> de su organización fueron neutralizados, muchos no lograron ser identificados y quizá continuaron con los planes trazados por su antiguo líder. No en vano, los iluminatis tenían el apoyo de numerosas familias dedicadas al pujante negocio de la banca, cuyos descendientes acabarían haciéndose con el control del sistema financiero Occidental. Sea como fuere, investigadores que se adentraron en los entresijos de esta conspiración opinan que son numerosas las sociedades secretas de las que forman parte los miembros de la élite económica y política, cuya filosofía, objetivos y rituales derivan de uno u otro modo del iluminismo que guiaba a Weishaupt y los suyos. Seria el caso de Skull and Bones (Calavera y Huesos), fundada en 1856 -72 años después de la disolución de la Orden iluminati- y a la que pertenecen desde entonces algunos de los hombres -porque no se permiten la entrada a mujeres- más poderosos de EEUU. En la actualidad la sede oficial de los Skull se encuentra en el campus universitario de Yale, un edificio conocido entre los estudiantes con el nombre de la tumba.
A la organización solo se puede entrar por tradición familiar o por invitación. Cuando los neófitos -todos los estudiantes de la universidad de Yale- superan una serie de pruebas - entre ellas las que se encuentra confesar dentro de un ataúd sus mas sórdidos anelos sexuales-, entran a formar parte de una fraternidad constituida por los cachorros de la élite política y económica estaunidense, lo que augura al iniciado una carrera profesional repleta de éxitos y buenos contactos al más alto nivel. A Skull pertenecen personajes como George Bush padre e hijo, -ambos expresidentes de EEUU-, el exsecretario de defensa George Shultz entre otros. Poco se sabe de sus rituales, aunque si ha trascendido que emplean símbolos satánicos y luciferinos y utilizan la cabeza de Jerónimo, uno de los grandes jefes apaches que lucharon contra los invasores europeos que finalmente consiguieron hacerse con las tierras donde vivían. Prescott Bush -abuelo del expresidente Goerge Bush Jr- y otros miembros de la sociedad secreta profanaron la tumba de Jerónimo robando su calavera, que desde entonces es uno de los elementos centrales de sus ceremonias.
Nada tiene de criticables el ideal iluminista de comprender la realidad mediante la razón, la ciencia y el conocimiento. Tampoco pretendemos censurar su materialismo e individualismo a ultranza, pero lo cierto es que esta ideas, en principio elevadas, acabaron degenerando en una justificación para los planes de dominación de las élites financieras y el inhumano modelo económico neoliberal que hoy en día domina el planeta, que prima la competencia atroz y la obtención de beneficios incluso por encima de las vidas humanas.

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