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domingo, 20 de agosto de 2017

Cúmulos globulares


Los cúmulos globulares ofrecen algunas de las vistas más espectaculares en el cielo nocturno. Estas esferas adornadas contienen cientos de miles de estrellas y residen en las afueras de las galaxias. La Vía Láctea contiene más de 150 de esos grupos y la que se muestra en esta imagen del Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA, llamado NGC 362, es uno de los más inusuales.

Las estrellas viven su camino a través de la vida fusionando elementos en sus núcleos, van creando elementos cada vez más pesados ​​- conocido en astronomía como metales - en el proceso. Cuando estas estrellas mueren, estos elementos inundan su entorno con el material del que se han formado durante su vida enriqueciendo el medio interestelar con metales. Las estrellas que se forman posteriormente, por tanto, contienen una mayor proporción de metales que sus parientes mayores.

Mediante el estudio de los diferentes elementos presentes dentro de las estrellas individuales en NGC 362, los astrónomos descubrieron que el grupo cuenta con un sorprendentemente alto contenido de metal, lo que indica que es más joven de lo esperado. Aunque la mayoría de los cúmulos globulares son mucho más antiguos que la mayoría de las estrellas de su galaxia anfitriona, NGC 362 resiste a la tendencia, con una edad que se encuentran entre 10 y 11 millones de años. Como referencia, la edad de la Vía Láctea se estima en más de 13 mil millones de años.

Esta imagen, en la que se puede ver estrellas individuales de NGC 362, fue tomada por la cámara avanzada del Hubble (ACS). NGC 362 es un cúmulo globular a una distancia de 27.000 años-luz en la constelación Tucana
La Luna se aleja
El satélite de la Tierra está 18 veces más lejos que cuando se formó, hace 4.500 millones de años.

Y gracias a los alunizajes del programa Apolo de la NASA que tuvieron lugar entre 1969 y 1972 podemos medir esta distancia con una precisión asombrosa.
¿Por qué?
Este alejamiento se debe a que la fricción entre la superficie de la Tierra y la enorme masa de agua que está sobre ella hace que, con el tiempo, la Tierra gire un poco más lentamente sobre su eje.
Por cada acción hay una reacción igual y contraria. Ésta es la tercera ley de Newton.
La Tierra y la Luna están unidas por una suerte de abrazo gravitacional. Entonces, a medida que el movimiento de la Tierra se ralentiza, se acelera el de la Luna.

Y, cuando algo que está en órbita se acelera, esta aceleración lo empuja hacia afuera.


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