Buscar este blog

viernes, 25 de mayo de 2018

La leyenda del Mapinguari



La historia de la misteriosa criatura denominada Mapinguarí está enraizada en los países de Bolivia, Perú, Colombia y Brasil, y es uno de los casos de criptozoología con más testigos y defensores que hay actualmente. De hecho, y aunque ya tiene su propia leyenda, es posible que algún día sea descubierto “oficialmente”, demostrando que la naturaleza aun tiene muchas sorpresas que darnos.

La leyenda del Mapinguarí nos habla de un poderoso y sabio chamán, quien gracias a su sabiduría logró descubrir el secreto de la vida eterna, pero su inmortalidad iba a tener un alto precio, nada menos que la transformación de su cuerpo. El otrora humano chamán se convirtió en una criatura peluda, similar a un oso, con el pelo de un tono rojizo y al que siempre acompaña un fuerte hedor bastante desagradable.

De dos metros de alto, el Mapinguarí posee un rostro muy similar al de los humanos, se mueve preferentemente por la noche y sus descomunales garras están orientadas hacia el interior del cuerpo. Además, es capaz de caminar tanto a cuatro patas como a dos.

Por otra parte, algunos testigos afirman que posee una enorme boca en el vientre, de la que sale el terrible olor que le acompaña siempre, y que posee una cierta preferencia por la carne humana. Cuando no dispone de humanos para saciar su hambre, se alimenta de los corazones de las palmeras, tras destrozarlas con sus poderosas garras.

Al contrario que en el caso de otras criaturas legendarias, son cientos las personas que aseguran haber visto al Mapinguarí en alguna ocasión, incluso el biólogo David Oren se ha interesado por la autenticidad de estos testimonios. Oren apuesta por que se trate de alguna especie de perezoso gigante que se creía extinta hace cerca de 10.000 años, y que ha sobrevivido inadvertida en la profundidades de la selva, o simplemente de una especie aun no catalogada por la ciencia.
La criatura, cuyo nombre en idioma indígena significa “defensor de los bosques”, también ha sido avistada por cazadores que se aventuran en el Suroeste de Brasil. Muchos de estos testimonios llegaron a oídos de David Oren, un ornitólogo de la Universidad de Harvard (EE.UU.) que llegó a la zona en 1977 para estudiar las aves locales.
Según contó el investigador,  para él las historias no eran más que parte del folklore indígena. Hasta que a fines de los, 80, cuando realizaba una de sus investigaciones de campo, escuchó un terrible rugido que hizo huir a casi todos los que lo acompañaban.

Oren reside en Brasil y desde hace 15 años dirige la búsqueda de estos animales, convencido de que son los últimos ejemplares vivos del “perezoso gigante de tierra”.

“La criatura posee una poderosa dentadura y extremidades dotadas de grandes garras, para arrancar las ramas de las que se alimenta”, dice Oren.

El experto explica que el fuerte olor del animal –descrito como una mezcla de materias fecales y carne podrida- sería un mecanismo de defensa y que sus fuertes aullidos “son similares al grito de un humano, pero con un profundo gruñido al final”.

“Al escucharlo, quieres escapar. Aún hoy, el animal es avistado periódicamente y muchas personas piensan que se han topado cara a cara con el mismo diablo”, afirma Oren.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entrada destacada

La ciber guerra y el Día cero

La naturaleza de la guerra está cambiando y acciones que actualmente no son consideradas como “guerra” podrían convertirse en los pr...

Entradas populares